viernes, 26 de octubre de 2007

La independencia de nuestros hijos

Aún no tengo hijos propios. Pero me he podido dar cuenta de la importancia de la crianza en muchos aspectos de nuestras vidas. Y uno de ellos es la independencia y auto-suficiencia (en el buen sentido de la palabra) que puedan tener nuestros pequeños. Muchas veces hay la tendencia de proteger excesivamente a los niños. Se cree que son demasiado susceptibles e indefensos y que a esa edad es preferible que les hagamos todo y no dejarle ninguna responsabilidad. Es como todo en esta vida, yo pienso que hay que tender a los puntos intermedios. En realidad, un niño no tiene la capacidad de valerse por sí mismo y está muy bien que lo ayudemos y que le hagamos cosas que no tiene capacidad de hacer o no sabe hacer en ese momento. Pero recordemos la famosa frase:
Regálale pescado a un hombre y le darás comida un día, enséñale a pescar y le darás alimento por el resto de su vida

Por lo tanto, no podemos abusar, so pena de criar a un niño con muchas inseguridades y baja autoestima, además de muy poco independiente. Es deseable que le demos responsabilidades al niño, que se acostumbre a hacer cosas por su cuenta, a salir solo, hacer diligencias, etc. Si observamos el mundo animal, podemos ver que eso es lo que ocurre constantemente en la naturaleza. Las madres o padres tienen bajo su cobijo a sus crías por algún tiempo. Los cachorros suelen tener un tiempo de aprendizaje junto a sus padres de las actividades que deberán realizar para subsistir. Generalmente vemos a los cachorros en los programas dedicados a la fauna, sufriendo para pescar o cazar algún animal. Poco a poco van aprendiendo con la tan necesaria práctica y, claro está, con la observación a sus padres, el mejor modo de realizar dichas acciones. Y llegado un momento, los padres dejan solos a los hijos y ellos deben arreglárselas por sí mismos. Muchas veces me llama la atención en esos programas, que ese momento en que las crías deben seguir solos parece muy temprano y diera la impresión de que aún no están en capacidad de ser independientes. Sin embargo, los padres no se conduelen de sus pequeños y los obligan a ir por su lado y alejarse de ellos. Algo parecido siento que debemos hacer con nuestros hijos. Asignarles responsabilidades y, tomando como referencia el proverbio que mencioné antes, enseñarles a pescar para que cuando no estemos no se sientan desamparados. Debemos darles libertad aún antes de que estén preparados, porque sino el momento en el que se supone que deben estar preparados los va a capturar sin la preparación debida.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Amor

¡Cuánto encierran esas cuatro letras! El amor es la Ley Fundamental del Universo (cortesía de Ami ;-) ), es lo que más importa al final del día. Es lo que nos mueve a todos, sin importar raza, clase social, nacionalidad, etc. Todos necesitamos amor y, en una u otra forma, lo estamos buscando toda nuestra vida. El amor tiene múltiples facetas, todas igualmente importantes para nuestro normal desarrollo como seres humanos y para lograr la siempre tan ansiada realización personal. El amor de madre/padre, el amor de los amigos/amigas, el amor de los familiares, incluso compañeros de trabajo/estudio. Y, claro está, el amor de pareja, uno de los que más anhelamos y más nos frustra su ausencia o insuficiencia. Pienso que el amor en todas sus formas es imprescindible para nuestra evolución y crecimiento personal, así que debemos procurar mantener saludables todos esos ámbitos de nuestra vida amorosa para ser felices. Y, por supuesto, la mejor manera de conseguir ser amado es amar. Ama a tu prójimo, ama a tu madre y a tu padre, ama a tu familia, ama a tus amigos, ama a tu pareja. Y recuerda que el amor no es cuestión de posesión, sino de entrega. No esperes a ser amado para amar. ¡Ama tú! Seguro el mundo te responderá con más amor.

jueves, 11 de octubre de 2007

Felicidad = Trabajo

Probablemente alguna persona que lea el título de esta entrada pensará que estoy loco, que ya perdí los pocos tornillos que me quedaban. Paso a explicar lo que quiero decir con ese título: En realidad no me refiero al trabajo del que despotricamos tanto todo el tiempo, el trabajo de oficina, de 8 a 5, donde generalmente estamos desesperados porque llegue el fin de semana. A lo que me refiero es al trabajo constante en la búsqueda de nuestros sueños, en procura de nuestro mejoramiento personal y espiritual. Claro, creo que en realidad la idea es que ese "trabajo" tedioso de 8 a 5 (o sea cual sea el horario) no sea un "trabajo", sino un juego. Que disfrutemos haciéndolo y que no sintamos que estamos trabajando, sino jugando o haciendo lo que más nos gusta y apasiona. Es decir, desde ese punto de vista, sí me refiero a esos tipos de "trabajos". Pero independientemente de que sea un empleo como tal o sea la búsqueda de la elevación espiritual, el mejoramiento como padres o madres, esposos o esposas, etc., a lo que me refiero es que no existe la felicidad en la relajación o vagancia. Muchas veces creemos que seríamos felices no "trabajando" nunca y teniendo todo el tiempo libre del mundo. Y lo que quiero decir es que el hecho de no "trabajar" no da la felicidad. Porque si decides no trabajar, en el sentido de no tener un empleo de 8 a 5 y buscarte otro modo de ganarte la vida, no vas a ser feliz sentado todo el día en un sillón viendo TV. Te vas a sentir feliz cuando estés constantemente realizando labores que te gusten y que sientas que te hacen crecer en todos los aspectos de tu vida. Así que SIEMPRE debemos estar trabajando para sentirnos felices. Trabajando por crecer y ser mejores personas en todos los aspectos. Sólo cuando logremos eso nos sentiremos verdaderamente realizados. Los dejo con una frase dicha por Benjamin Disraeli, que leí en "El monje que vendió su Ferrari":
El secreto del éxito es la constancia en los propósitos.

viernes, 5 de octubre de 2007

La sociedad

Lo siento, pero tengo que estar en desacuerdo con lo que la sociedad pretende hacer con nosotros. Existe una necesidad permanente, al parecer, de uniformarnos, de que todos tenemos que ser iguales para ser aceptados y eso es inaceptable. Quieren que todos nos vistamos igual, tengamos las mismas reacciones ante las situaciones que se nos presentan en la vida, tengamos el mismo tipo de peinados, caminemos igual, hagamos las cosas con la misma velocidad y un largo etcétera. Hay que graduarse en la universidad, si no, no eres nadie. Aparte, que sea una carrera reconocida, que "dé plata". Luego, a buscarse un buen empleo, matarte trabajando toda tu vida, para "sobrevivir" y luego luchar por que cumplan con tu jubilación y defenderte con eso. ¡Ah claro, hay que casarse, importante! No es bien visto que no tengas esposa o esposo en el caso de las mujeres. Y luego a formar tu familia, tener tus hijos. ¡Importantísimo! ¡No se te ocurra estar con una persona libremente, sin ataduras y sin hijos, porque serás considerado el/la mayor hereje de la humanidad! Siempre me gustó mucho una canción de Maná, llamada "Me vale", que es como un gran "NO ME FASTIDIEN" para todos los que se la pasan metiéndose en la vida ajena. Al menos puedo copiar aquí un pedacito, dedicado a todos esos personajes:

Critican todo lo que ven en mí,
inventan chismes que no son ciertos,
con quién hablo, con quién salgo, con quién ando,
que te importa es mi vida,
si yo no le hago daño a nadie
¿Quien eres tú para decirme cómo vivir?
Hago aquí una pequeña observación, para no caer en excesos o fanatismos. A veces es bueno cambiar, por el bien de nosotros mismos. De repente somos excesivamente lentos y eso nos quita productividad. O tal vez tenemos un aspecto demasiado desaliñado. Y pues realmente en el mundo en que vivimos la imagen es muy importante. Entonces un retoque puede venir bien, ya que la imagen exterior que uno tiene viene siendo un reflejo de la interior. Sólo me rebelo ante los excesos, que los hay. Como dije, intentan cambiarte hasta el modo de caminar y no puedes comportarte distinto en ningún aspecto, porque ya eres extraño, inconsciente, etc. Y hay que aceptar las diferencias y darnos cuenta de que sin ellas el mundo sería un lugar mucho más aburrido y menos interesante. ¡Así que no me frieguen la paciencia, siempre voy a ser distinto!

miércoles, 3 de octubre de 2007

La música...

Hace algunos días, en frente de mi casa, se encontraban algunos drogadictos. Se suelen ubicar allí, ya que hay unos escalones en el edificio de en frente y se sientan a hacer lo suyo...Pero lo que me llamó la atención y me hizo reflexionar al respecto, era que estaban inspirados cantando y cantando todo tipo de canciones. ¡Qué poderosa es la música! En la música no hay distinciones sociales, raza, sexo, etc. La música nos une a todos. Todos somos seres humanos, tenemos los mismos tipos de sentimientos. Todos lloramos y reímos, nos sentimos despechados alguna vez, sentimos rencor con la vida o con alguna persona. No importa si somos ricos, pobres, blancos, negros, asiáticos, homosexuales, heterosexuales, hombres, mujeres, todos tenemos corazón. Y mientras haya corazones latiendo en la faz de la tierra, seguirá la música acompañándonos, en las buenas y en las malas. ¡Que viva la música!