viernes, 2 de noviembre de 2007

Correr riesgos

Muchas veces en nuestras vidas optamos por los caminos fáciles. Se habla mucho de una "zona de confort" de la cual no salimos para no pasar por malos ratos. Es la "zona" en la que nos sentimos cómodos y confiados y en la cual, teóricamente, no tendremos sobresaltos "innecesarios". El problema es que así no funciona la vida o al menos no es como seguramente se supone que sea vivida para sacarle su máximo provecho. Para tener éxito en la vida hay que arriesgarse, ir por caminos desconocidos o rutas intrincadas. Sólo de ese modo, descubriremos los paraísos terrenales vírgenes y ocultos. Suelo mencionar una frase de Paulo Coelho sobre los riesgos, que dice así:
El barco está más seguro cuando está en el puerto; pero no es para eso que se construyeron los barcos

La vida sería más cómoda si no intentamos nuevas cosas, pero ¿Estaríamos desarrollando la plenitud de nuestras capacidades? Obviamente no. Eso sin contar que siempre la monotonía aburre. Además, la llamada "zona de confort", teóricamente es más segura, pero igual en el momento menos esperado viene un acontecimiento a cambiarlo todo. A veces la vida se encarga con estos acontecimientos de darnos un toque de atención. Algo así como: "¡Hey, despierta!¡Muévete, crece, desarróllate!". También hay otro pensamiento por allí, que si mal no recuerdo decía algo como: "La vida es actividad, ya tendrás tiempo para estar quieto cuando estés muerto". Así que no seamos unos muertos en vida ¡Tomemos riesgos! Sólo así crecemos como personas y obtenemos los logros que tanto anhelamos.